jueves, 23 de octubre de 2008

Cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza(MERLIN)



Este precioso caballo, de capa tan especial, se está decantando como uno de los equinos más completos de la cuadra de Pablo Hermoso de Mendoza. Hermano de SAMURAI, realiza un rítmico tierra-tierra, va muy bien de frente en cualquier distancia, galopa a dos pistas, quiebra con facilidad y todavía se da gusto de realizar ajustadas piruetas, todo ello con una transmisión fuera de lo común.Antes era de un sevillano llamado Rafa ahora este ejemplar del hierro de peralta se ha convertido en unos de los grandes caballos toreros en manos de Pablo.
El palomino, como se le conoce a su capa en América, es agil, expresivo y poderoso en la cara del toro. En poco tiempo ha mostrado una solvencia tal que está ya como parte del equipo titular del centauro navarro.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Diego Ventura

                                                                                                                             Diego Ventura coloca el rejon de castigo a porta  gayola.

martes, 21 de octubre de 2008

Descabello

Como en el toreo a pie, el descabello o verduguillo es una espada recta que tiene un tope que sólo le permite a la punta penetrar unos centímetros. Los rejoneadores la utilizan cuando el animal no ha caído tras los rejones de muerte.

Estoque

El estoque o espada, como en el caso del toreo a pie, es una espada de forma prismática rectangular, con la que se da la estocada.

Muleta

La muleta es la misma que se utiliza para torear en el toreo a pie. Los rejoneadores la utilizan para embeber al toro en ella y así poder descabellar si fuese necesario. Suele ser de franela y se sujeta con un palillo de 50 centímetros llamado estaquillador. Los tamaños varían según las preferencias de cada torero.

Farpas

La farpa es una banderilla de metro y medio de largo, de madera quebradiza, muy utilizada en Portugal, de donde es originaria

Rejones de muerte

Los rejones de muerte, también llamados rejones de hoja de peral debido a su forma, deben tener como máximo 1,60 metros de largo, un cubillo de 10 cm. y las hojas de doble filo, 60 cm. para los novillos y 65 para los toros, con 25 mm. de ancho

Banderillas

Las banderillas que se utilizan en el toreo a caballo tienen las mismas características que las del toreo a pie, salvo que el palo puede tener mayor longitud, hasta 80 centímetros. En un extremo del palo se encuentra el arpón de acero, que debe ser de una longitud de 60 milímetros, de los que 40 serán destinados al arponcillo, que tendrá una anchura máxima de 16 mm. Las banderillas cortas tienen una longitud de palo de 18 mm. de diámetro por 20 cm. de largo con el mismo arpón que las largas. Las banderillas denominadas rosas consisten en un cabo de hasta 20 cm. de largo con un arpón de 8 mm. de grosor.

Rejones de castigo

Como es lógico los trastos fundametales de los reoneadores son los propios rejones. Estos consisten en un asta de madera con una cuchilla en la punta y una muesca cerca de ella, que es el lugar por donde se parte en el momento de clavar el hierro en el toro. El Reglamento de Espectáculos Taurinos en vigor establece que los rejones deben tener un largo de 1,60 metros y la lanza estará compuesta por un cubillo de 6 cm de largo y 15 de cuchilla de doble filo para novillos y 18 cm para los toros, con un ancho de hoja de 25 mm. En la parte superior del cubillo tiene una cruceta de 6 cm de largo y 7 de diámetro en sentido contrario a la cuchilla del rejón.

La 'resurrección': Antonio Cañero

La resurrección del toreo a caballo en España llega de la mano de Antonio Cañero, que por un lado recupera la tradición del siglo XVII, entronca con el rejoneo portugués que no dejó de practicarse, y además convierte la tradición campera en espectáculo y recrea el toreo a caballo, asimilando en él los tres tercios en que estaba dividida la lidia a pie (recibir al toro, clavar rejones de castigo, banderillas y darle muerte). Cañero, gran jinete cordobés, hijo de un profesor de equitación, se presentó por primera vez como profesional en la plaza de San Sebastián el 2 de septiembre de 1923, vistiendo traje campero, iniciando así una tradición que se ha mantenido hasta nuestros días, diferenciando así el atuendo con el del rejoneo portugués ('a la Federica') que se remonta al siglo XIII. Con Antonio Cañero resucita el arte del toreo a caballo y aparece una serie de grandes nombres que forman parte de su propia historia. Es en los años treinta cuando vuelve a hacerse habitual la presencia de los jinetes en las plazas, aunque hasta la década de los sesenta lo más habitual era que los rejoneadores se presentasen incluidos en los carteles de las corridas a pie, con la lidia de un único toro. Con Antonio Cañero resucita el arte del toreo a caballo y aparece una serie de grandes nombres que forman parte de su propia historia. Entre los protagonistas sobresalen las figuras de Simao Da Veiga, João Nuncio, Conchita Cintrón, Duque de Pinohermoso, la excepcional figura de don Álvaro Domecq y Díez, Angel y Rafael Peralta, Álvaro Domecq Romero, José Samuel Lupi, Manuel Vidrié, João Moura, Fermín Bohórquez Escribano, Javier Buendía, Antonio Ignacio Vargas, Curro Bedoya y otros muchos que harían interminable esta relación.

Orígenes del arte del rejoneo en España

Para hablar del rejoneo tal y como lo conocemos en la actualidad, debemos remontarlos a la corrida caballeresca. Las primeras noticias que tenemos de este tipo de corridas datan del siglo XIII, aunque el punto más alto lo alcanza durante el reinado de Felipe IV. En el siglo XVIII empieza su declive, lo que se entiende perfectamente si tenemos en cuenta que el auge y la decadencia de esta corrida está en relación con la evolución de la nobleza, ya que los nobles eran quienes tenían derecho a montar a caballo. El origen de la corrida caballeresca tiene mucho que ver con el auge de la monta a la jineta. Con ella se abandonan los largos estribos de la Alta Edad Media que utilizaban los caballeros en las batallas, por unos estribos más cortos que hacen ir al jinete con las rodillas flexionadas. Esta monta permitía dominar mucho mejor al caballo, lo que hacía posible los alardes de los caballeros frente al toro. Las noticias que nos han llegado sobre la celebración de estas fiestas de toros aluden siempre a sucesos extraordinarios, relacionados siempre con los compromisos matrimoniales de reyes y nobles, las bodas, nacimientos, y también la presencia de algún monarca en una ciudad con motivo de un viaje. En la corrida caballeresca, el que rejoneaba se basaba en la movilidad y en la doma para poder burlar al toro y así someterle al castigo de los rejones, o las banderillas. Vemos que, básicamente, el rejoneo de entonces es similar al de hoy. Lo único que ocurre es que los caballeros han ido adquiriendo y mejorando la técnica. El declive del toreo a caballo por parte de la nobleza llega con el reinado de los borbones en España. Tanto, que con esta dinastía la nobleza abandona la práctica del toreo a caballo. Los jinetes desaparecen de la plaza, aunque no del campo, mientras en Portugal permanece viva la corrida de rejones en público.

Festejo benéfico de rejones en Villanueva del Pardillo

Un año más, el Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo cede su plaza de toros para celebrar un festejo de rejones a beneficio la Fundación Síndrome de West. Será el próximo domingo 21 de octubre, a las 16:30 h. y actuarán mano a mano Rafael Serrano y Rubén Sánchez, que lo harán desinteresadamente, igual que sus cuadrillas. Los novillos los han donado las ganaderías de Valdeolivas, Carmen Segovia, Fidel San Román, Hnos. Lucero y Antonio Palla. El precio de las entradas es de 15 euros (general) y 10 euros (tercera edad y niños).

JOSÉ SAMUEL PEREIRA LUPI, HOMENAJEADO EN LORCA

El histórico cavaleiro José Samuel Pereira Lupi fue homenajeado en la pasada Feria del Caballo Español de Lorca (Murcia). Esta muestra ofrece un reconocimiento anual a una figura del mundo equino, de cualquier actividad, y esta vez le ha cabido el honor al patriarca de esta estirpe de rejoneadores lusitanos. El emotivo acto se llevó a cabo en un estadio repleto de público, que asistió también al espectáculo ecuestre de los hermanos Peralta.